jueves, 12 de febrero de 2009

Como si fuera un hechizo

La lluvia golpeaba la lucarna. Cada gota era un golpe que marcaba el compás con que mi mano dibujaba tu silueta.

Mientras repetía como si fuera un hechizo:

"Balas de plata en contra de tu nombre, tus ojos y tu sonrisa.
Un collar de ajos para exorcisarte de mi habitación, mi playlist y mis películas"


Parece que me gusta lo que no puedo tener.
Cuanto más inaccesible mejor.

1 comentario:

Silvina dijo...

Ahhh eso nos pasa a muchos.
Será por capricho?

Che! Veo que sos salteño!
El año pasado anduve por allá... recorrí además de Salta Capital, Cafayate, y Cachi.
Hermosos lugares! inolvidable. Para volver miles de veces más y seguir recorriendo.